El 23 de mayo del 2013 fui invitado con el programa “El Ajedrez va a la Escuela” a la Escuela Integral Bolivariana “Marín”. Ese día compartí gratamente la enseñanza del ajedrez a los niños de la escuela primaria. Allí viví momentos muy gratos. Hubo un instante que atrapó mi corazón. Siempre que voy a una escuela acostumbro pasar primero por la dirección de la institución. Llegando a la dirección me encontré con una hermosa pintura del rostro de la Maestra Cruz acompañada de una pequeña reseña histórica de la escuela fundada en octubre de 1986 con el nombre de “Escuela Básica Creación Marín”.
Observé minuciosamente a la Maestra de Marín pintada en la pared. Mi alma fijó su semblante. Inmediatamente empecé a tomarle fotos a la entrañable Maestra. En el rostro sensible está la vocación de la Maestra del pueblo. Luce una blusa floreada. En su cabello blanco está la experiencia. La mirada humilde y paciente ilumina su piel morena. Me recordó a mí abuela Rosa Ramona Traviezo de Rivero. Le dije a mí interior: ¡Se parece a mí abuela!
Cuando empiezo a leer la reseña histórica de la escuela, fechada “Marín- Junio de 2002”, me encuentro con el nombre de la Maestra de maestros, la Muestra Cruz. Estaba frente a mí tía María de la Cruz Traviezo de Ramírez, hermana de mí abuela paterna. La hija de José Tomás Traviezo y Rosa Espinoza de Traviezo nació en Marín el 21 de julio de 1913. Fue la menor entre sus hermanos Candelaria, Ulpiano y Rosa Ramona Traviezo. Su instrucción inicial la recibió en Marín. Luego estudió de tercero a quinto grado en la Escuela “Cecilia Mujica” de San Felipe.
Aunque la Maestra Cruz tenía poca formación académica logró trascender con sus propios métodos de enseñanza. Desde la adolescencia dedicó su vida a la enseñanza de los niños del Marín de su época. Amorosamente recibía en su modesta vivienda a los niños del pueblo para iniciarlos en la lectura y la escritura. Aprendían a leer deletreando. Con las copias, los dictados y las planas mejoraban la escritura. Usaba piedritas para enseñarlos a contar. Les enseñaba pacientemente a sumar, restar, multiplicar y dividir. Los niños la consideraban su segunda madre. En la Maestra Cruz sentían un afecto especial. Su mayor satisfacción fue ver a muchos de los que recibieron sus instrucciones convertidos en grandes profesionales.
Al final de la reseña se lee lo siguiente: “Nuestra futura Epónima Sra. Cruz de Ramírez, maestra por vocación de la comunidad por más de 60 años”. Es un acuerdo amoroso de la comunidad que la Maestra Cruz sea la Epónima de la Escuela Integral Bolivariana que hasta ahora lleva el nombre de su pueblo, Marín. Su vocación educativa la hacen merecedora de tal distinción. La Maestra Cruz es muy querida y recordada por su pueblo. Hoy, al hablar de Marín, necesariamente hay que hablar del pintor popular venezolano y marínense Cirilo Mendoza y de la Maestra Cruz.
domingo, 12 de noviembre de 2017
lunes, 18 de septiembre de 2017
Eloy Manuel Bustillo tocó el corazón de San Felipe
El primer día de diciembre de 1944 nació Eloy Manuel Bustillo González en el barrio La Mosca de San Felipe estado Yaracuy. La alegría decembrina celebró su nacimiento. En un ambiente familiar de trabajo, respeto y buenas costumbres creció el hijo primogénito de Manuel Antonio Bustillo Sierra y Mercedes Gerarda González de Bustillo. Aprendió el oficio del comercio en la bodega de su padre. Don Manuel Bustillo era muy generoso con los niños. No los dejaba ir sin la ñapa, siempre les daba un caramelo o un cambur. En la bodega “La fe en Dios” había de todo, se podía comprar desde una caja de fósforo hasta un litro de kerosén.
Los vecinos de Caja de Agua recuerdan con afecto la surtida bodega ubicada en la Calle 14 con la Avenida 15. Aquí Eloy Manuel Bustillo conoció el valor del trabajo. Aprendió a aprovechar bien el tiempo y, como buen Bustillo, fue un buen trabajador. Le gustó el comercio desde la infancia. A los 12 años vendía chicle frente al antiguo Cine Junín de San Felipe que estaba ubicado en la Cuarta Avenida entre la Avenida La Patria y la Calle 16.
El pequeño comerciante también fue atraído por la música a temprana edad. A los 16 años ya sabía tocar el cuatro. En 1960 el maestro Franklin Sánchez Blasco invita a Eloy Manuel Bustillo a formar parte del conjunto de música criolla “Copleros del Centro”. En este grupo musical debutó como cuatrista el joven soñador. Es que Franklin Sánchez, además de ser un excelente ejecutante de instrumentos de cuerdas, se destacó como creador y director de grupos musicales, compositor y arreglista.
Los músicos más connotados de los años sesenta y setenta ensayaban y compartían en la casa de María Ochoa. Esta casa ubicada en el barrio Punta Brava de la capital yaracuyana, en la Avenida 8 entre calles 19 y 20, fue también la casa de los músicos de San Felipe. En ese fraterno lugar se reunían, entre otros, Franklin Sánchez, Francisco Sánchez, Manolo Camacho, Reinaldo Parra, Manuel Ochoa, Willian Ochoa y Eloy Manuel Bustillo. Era una época de florecimiento de importantes grupos musicales en San Felipe.
En 1962 Eloy Manuel Bustillo se lanza como cantante de música criolla y logra fundar el grupo musical “Paramaconi”. Él siempre quería ir más allá en todo lo que hacía. Su pasión y entrega lo llevaron a convertirse en una referencia musical de San Felipe en la segunda mitad del siglo XX. Se destacó como bolerista en el grupo “Los Reyes del Trópico”. Luego fue invitado por el italiano Miguel Ponente a cantar en el grupo musical bailable de Yaracuy más exitoso de los años 60, el “Combo Los Latinos”. En el Country Club de San Felipe Eloy Manuel Bustillo deleitaba con su hermosa voz. Este grupo se presentaba frecuentemente en el programa radial de talento en vivo con Vicente Silva Villanueva y Luis Eduardo Ortiz. En 1963 Fernando Falkenhagen asume la dirección de Radio Yaracuy contando con la colaboración de Eloy Manuel Bustillo en los controles técnicos. El talentoso joven de 19 años también se destacó al mando de los controles de la histórica radio yaracuyana.
En esta singular fraternidad musical de San Felipe alzó su vuelo artístico Eloy Manuel Bustillo y en 1978 graba su primer disco de 45 rpm. En ese disco interpretó los temas, “En alas del cariño” de Armando Arteaga y “Mi único amor” de Franklin Sánchez, acompañado por el conjunto criollo “Los 5 Yurubí”. En 1981 graba su otro disco de 45 rpm con el respaldo de “Los 5 Yurubí”. Esta vez cantó los temas “No debo decirlo” de Humberto Monserrat Díaz y “La Verdad” de Francisco “Fico” Torres.
Eloy Manuel Bustillo trascendió en la historia musical de Yaracuy con la balada, el bolero y la música criolla. Se ganó el afecto de San Felipe y de la región. Su voz aún resuena en la memoria del pueblo. Supo llegar a la gente con su agradable trato e inconfundible voz. Se hizo acreedor del Gran Sótano Internacional en 1980 y el Gran Yara de Venezuela en 1983. Ganó el Primer Lugar del I Festival de Música Yaracuyana en las Ferias de Mayo de San Felipe en 1984 y el premio “Cantante Romántico del Año 1986” en el Sol de Yaracuy.
El romántico sanfelipeño fue elogiado por Manuel Alfredo Sánchez Luna, el más grande cantante de Venezuela. Hace poco me encontré con el poeta Humberto Monserrat Díaz bajando la Avenida Yaracuy. Mientras caminábamos Monserrat Díaz describía la grandiosa voz del cantante yaracuyano. Me dijo que cuando Alfredo Sadel oyó cantar a Eloy Manuel Bustillo, en el Teatro Yurubí de San Felipe, inmediatamente dijo: “¿Quién es ese guaro tan feo que canta tan bonito?”.
Eloy Manuel Bustillo fue un solista maravilloso, muy afinado. Su voz tocó el corazón de San Felipe. En el Club Piedra de Oro exhibía la belleza de su voz. Se convirtió en un extraordinario ejecutante de la Guitarra. Andaba con su guitarra pa' arriba y pa' abajo. Con Ella viajaba por toda Venezuela. Cuando estaba en la casa agarraba su guitarra, se sentaba en el mueble y eso era cantar, cantar y cantar. A la guitarra no la dejaba por nada. No sólo fue uno los mejores cantantes de su tiempo, sino también un excelente gerente musical. Eloy era un hombre muy enamorado, todos los sábados le cantaba serenatas a Eunice Polonia Castillo Nieles. Ella tenía 15 años cuando conoció al más romántico cantante de su juventud. A los pies de la ventana lucía su voz enamorada y el trinar de la guitarra:
“Mujer abre tu ventana para que escuches mí voz
Te está cantando el que te ama con el permiso de Dios”.
A Eunice Polonia le gustaba oír la serenata tapatía de Ernesto Cortázar Hernández en la voz del jovial sanfelipeño y él, como buen caballero, siempre la complacía.
El 18 de abril del 2016 visité a Eunice Polonia, familiarmente conocida como “Pola”. Su casa, donde vivió con Eloy Manuel Bustillo durante varios años, está ubicada al final de la calle principal de Jobito. Allí conocí a Eloy Alexander y a Williams Bustillos. Fue una tarde muy agradable, mientras conversábamos oíamos a Eloy Manuel Bustillo cantando. Me atendieron con afecto familiar, Pola me dijo:
“Tengo bellos recuerdos con Eloy. Nosotros hicimos un hogar muy bonito, criamos cinco hijos varones y fuimos una pareja feliz. Trabajamos juntos para tener lo que tenemos. Disfrutábamos mucho cuando a él lo invitaban a cantar. Yo siempre lo acompañaba, siempre estaba con él”.
Con esos hermosos recuerdos Eunice Polonia y Maritza Bustillos González recibieron el reconocimiento de Eloy Manuel Bustillo como homenaje post mortem, que entregó la Alcaldía de San Felipe en el pasado reencuentro de los sanfelipeños y yaracuyanos, el 30 de abril de 2016. El tradicional reencuentro rindió un sentido homenaje a cantantes, autores y compositores yaracuyanos.
Al cantante popular yaracuyano lo encontramos en el libro “Músicos y Agrupaciones Musicales Populares de San Felipe, Guama y Nirgua (1930-1990)” de Héctor Camacho Aular, publicado en 1997. El cronista de la música yaracuyana homenajeó con su pluma a Eloy Manuel Bustillo en “Los Sonidos Proféticos” en el año 2005. En “La Alegría Descifrada” de Héctor Camacho Aular, que publicó la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY) en el 2008, también aparece el prodigioso cantante sanfelipeño. Hoy Eloy Manuel Bustillo, al igual que otros personajes, es reconocido en distintos lugares de Yaracuy.
En noviembre del 2015 el Centro de Historia del Estado Yaracuy sorprendió con una Exposición Fotográfica sobre Personajes Populares de Yaracuy. Fue una muestra inédita en la historia de la crónica yaracuyana. Por primera vez los personajes del pueblo estaban siendo honrados en una institución tan prestigiosa del estado. El Centro de Historia se vistió de pueblo. El gigante Julio Tota llamó la atención de todos. Deportistas yaracuyanos como Florentino Oropeza, Don Pedro Maya, Sulpicio Betancourt, Horacio Estévez, Rafael “Coquito” Leal, José Sanabria, Jóvito Rengifo, Nicolás Ojeda Parra y muchos otros llegaron al salón de honor de la historia. Sencillamente se visibilizó a los héroes del pueblo.
La muestra fotográfica, que duró desde noviembre del 2015 hasta enero del 2016, también incluyó a Eloy Manuel Bustillo. Me agradó mucho ver en ese lugar histórico la fotografía del cantante popular sanfelipeño que apenas pudo mirar un pedacito de este siglo. El 27 de agosto del 2000 Yaracuy lloró la despedida eterna de Eloy Manuel Bustillo. Ese día se despidió de su guitarra, de su pueblo y de su gente.
Los vecinos de Caja de Agua recuerdan con afecto la surtida bodega ubicada en la Calle 14 con la Avenida 15. Aquí Eloy Manuel Bustillo conoció el valor del trabajo. Aprendió a aprovechar bien el tiempo y, como buen Bustillo, fue un buen trabajador. Le gustó el comercio desde la infancia. A los 12 años vendía chicle frente al antiguo Cine Junín de San Felipe que estaba ubicado en la Cuarta Avenida entre la Avenida La Patria y la Calle 16.
El pequeño comerciante también fue atraído por la música a temprana edad. A los 16 años ya sabía tocar el cuatro. En 1960 el maestro Franklin Sánchez Blasco invita a Eloy Manuel Bustillo a formar parte del conjunto de música criolla “Copleros del Centro”. En este grupo musical debutó como cuatrista el joven soñador. Es que Franklin Sánchez, además de ser un excelente ejecutante de instrumentos de cuerdas, se destacó como creador y director de grupos musicales, compositor y arreglista.
Los músicos más connotados de los años sesenta y setenta ensayaban y compartían en la casa de María Ochoa. Esta casa ubicada en el barrio Punta Brava de la capital yaracuyana, en la Avenida 8 entre calles 19 y 20, fue también la casa de los músicos de San Felipe. En ese fraterno lugar se reunían, entre otros, Franklin Sánchez, Francisco Sánchez, Manolo Camacho, Reinaldo Parra, Manuel Ochoa, Willian Ochoa y Eloy Manuel Bustillo. Era una época de florecimiento de importantes grupos musicales en San Felipe.
En 1962 Eloy Manuel Bustillo se lanza como cantante de música criolla y logra fundar el grupo musical “Paramaconi”. Él siempre quería ir más allá en todo lo que hacía. Su pasión y entrega lo llevaron a convertirse en una referencia musical de San Felipe en la segunda mitad del siglo XX. Se destacó como bolerista en el grupo “Los Reyes del Trópico”. Luego fue invitado por el italiano Miguel Ponente a cantar en el grupo musical bailable de Yaracuy más exitoso de los años 60, el “Combo Los Latinos”. En el Country Club de San Felipe Eloy Manuel Bustillo deleitaba con su hermosa voz. Este grupo se presentaba frecuentemente en el programa radial de talento en vivo con Vicente Silva Villanueva y Luis Eduardo Ortiz. En 1963 Fernando Falkenhagen asume la dirección de Radio Yaracuy contando con la colaboración de Eloy Manuel Bustillo en los controles técnicos. El talentoso joven de 19 años también se destacó al mando de los controles de la histórica radio yaracuyana.
En esta singular fraternidad musical de San Felipe alzó su vuelo artístico Eloy Manuel Bustillo y en 1978 graba su primer disco de 45 rpm. En ese disco interpretó los temas, “En alas del cariño” de Armando Arteaga y “Mi único amor” de Franklin Sánchez, acompañado por el conjunto criollo “Los 5 Yurubí”. En 1981 graba su otro disco de 45 rpm con el respaldo de “Los 5 Yurubí”. Esta vez cantó los temas “No debo decirlo” de Humberto Monserrat Díaz y “La Verdad” de Francisco “Fico” Torres.
Eloy Manuel Bustillo trascendió en la historia musical de Yaracuy con la balada, el bolero y la música criolla. Se ganó el afecto de San Felipe y de la región. Su voz aún resuena en la memoria del pueblo. Supo llegar a la gente con su agradable trato e inconfundible voz. Se hizo acreedor del Gran Sótano Internacional en 1980 y el Gran Yara de Venezuela en 1983. Ganó el Primer Lugar del I Festival de Música Yaracuyana en las Ferias de Mayo de San Felipe en 1984 y el premio “Cantante Romántico del Año 1986” en el Sol de Yaracuy.
El romántico sanfelipeño fue elogiado por Manuel Alfredo Sánchez Luna, el más grande cantante de Venezuela. Hace poco me encontré con el poeta Humberto Monserrat Díaz bajando la Avenida Yaracuy. Mientras caminábamos Monserrat Díaz describía la grandiosa voz del cantante yaracuyano. Me dijo que cuando Alfredo Sadel oyó cantar a Eloy Manuel Bustillo, en el Teatro Yurubí de San Felipe, inmediatamente dijo: “¿Quién es ese guaro tan feo que canta tan bonito?”.
Eloy Manuel Bustillo fue un solista maravilloso, muy afinado. Su voz tocó el corazón de San Felipe. En el Club Piedra de Oro exhibía la belleza de su voz. Se convirtió en un extraordinario ejecutante de la Guitarra. Andaba con su guitarra pa' arriba y pa' abajo. Con Ella viajaba por toda Venezuela. Cuando estaba en la casa agarraba su guitarra, se sentaba en el mueble y eso era cantar, cantar y cantar. A la guitarra no la dejaba por nada. No sólo fue uno los mejores cantantes de su tiempo, sino también un excelente gerente musical. Eloy era un hombre muy enamorado, todos los sábados le cantaba serenatas a Eunice Polonia Castillo Nieles. Ella tenía 15 años cuando conoció al más romántico cantante de su juventud. A los pies de la ventana lucía su voz enamorada y el trinar de la guitarra:
“Mujer abre tu ventana para que escuches mí voz
Te está cantando el que te ama con el permiso de Dios”.
A Eunice Polonia le gustaba oír la serenata tapatía de Ernesto Cortázar Hernández en la voz del jovial sanfelipeño y él, como buen caballero, siempre la complacía.
El 18 de abril del 2016 visité a Eunice Polonia, familiarmente conocida como “Pola”. Su casa, donde vivió con Eloy Manuel Bustillo durante varios años, está ubicada al final de la calle principal de Jobito. Allí conocí a Eloy Alexander y a Williams Bustillos. Fue una tarde muy agradable, mientras conversábamos oíamos a Eloy Manuel Bustillo cantando. Me atendieron con afecto familiar, Pola me dijo:
“Tengo bellos recuerdos con Eloy. Nosotros hicimos un hogar muy bonito, criamos cinco hijos varones y fuimos una pareja feliz. Trabajamos juntos para tener lo que tenemos. Disfrutábamos mucho cuando a él lo invitaban a cantar. Yo siempre lo acompañaba, siempre estaba con él”.
Con esos hermosos recuerdos Eunice Polonia y Maritza Bustillos González recibieron el reconocimiento de Eloy Manuel Bustillo como homenaje post mortem, que entregó la Alcaldía de San Felipe en el pasado reencuentro de los sanfelipeños y yaracuyanos, el 30 de abril de 2016. El tradicional reencuentro rindió un sentido homenaje a cantantes, autores y compositores yaracuyanos.
Al cantante popular yaracuyano lo encontramos en el libro “Músicos y Agrupaciones Musicales Populares de San Felipe, Guama y Nirgua (1930-1990)” de Héctor Camacho Aular, publicado en 1997. El cronista de la música yaracuyana homenajeó con su pluma a Eloy Manuel Bustillo en “Los Sonidos Proféticos” en el año 2005. En “La Alegría Descifrada” de Héctor Camacho Aular, que publicó la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY) en el 2008, también aparece el prodigioso cantante sanfelipeño. Hoy Eloy Manuel Bustillo, al igual que otros personajes, es reconocido en distintos lugares de Yaracuy.
En noviembre del 2015 el Centro de Historia del Estado Yaracuy sorprendió con una Exposición Fotográfica sobre Personajes Populares de Yaracuy. Fue una muestra inédita en la historia de la crónica yaracuyana. Por primera vez los personajes del pueblo estaban siendo honrados en una institución tan prestigiosa del estado. El Centro de Historia se vistió de pueblo. El gigante Julio Tota llamó la atención de todos. Deportistas yaracuyanos como Florentino Oropeza, Don Pedro Maya, Sulpicio Betancourt, Horacio Estévez, Rafael “Coquito” Leal, José Sanabria, Jóvito Rengifo, Nicolás Ojeda Parra y muchos otros llegaron al salón de honor de la historia. Sencillamente se visibilizó a los héroes del pueblo.
La muestra fotográfica, que duró desde noviembre del 2015 hasta enero del 2016, también incluyó a Eloy Manuel Bustillo. Me agradó mucho ver en ese lugar histórico la fotografía del cantante popular sanfelipeño que apenas pudo mirar un pedacito de este siglo. El 27 de agosto del 2000 Yaracuy lloró la despedida eterna de Eloy Manuel Bustillo. Ese día se despidió de su guitarra, de su pueblo y de su gente.
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